Nonumento
Sala de exposiciones del Convent
dels ÁngeLs. Macba. Barcelona
Hasta el 8 de febrero de 2015
Comisarios: Bartomeu Marí y Josep
Bohigas
ANNA MARIA GUASCH
Desde el pasado mes de julio, el
Macba hace gala de un nuevo marco discursivo con la presentación simultánea de
distintas líneas de trabajo , entre ellas, “Historias heterodoxas”,
“Arquitectura como práctica cultural”, “Cuerpos políticos” o “Descolonizar el
museo”, al tiempo que incorpora nuevos espacios y usos en un nuevo escenario
formado por distintos edificios en torno
al que será nuevo centro de gravedad del museo, la Plaça dels Àngels , entre ellos la Capella y las
nuevas salas expositivas del Convent dels Àngels, aparte de la remodelación del
edificio central, el edificio Meier, que cambia la ubicación de la librería e
inaugura una nueva cafetería-restaurante.
Y en el marco de este nuevo modelo
de “parlamento sensible” encaminado a
potenciar los vínculos con los
ciudadanos, destaca la nueva programación
de la temporada que se inaugura con
una exposición a la celebración del Tricentenario de los hechos históricos de
1714. Se trata de la muestra Nonument, en
la que sus comisarios Bartomeu Marí y Josep Bohigas han invitado a veintitrés artistas de
distintas generaciones para no sólo proceder a una revaluación del lenguaje del “monumento”
vinculado a las representaciones de los acontecimientos históricos en el
espacio público, sino y lo más importante para que formulen una crítica a los
“lugares de memoria” en sintonía con el escepticismo mostrado por los teóricos
culturales e historiadores en relación a la función tradicional del
memorial.
En un momento en que los símbolos
culturales ha sido vaciados de su
contenido político cada vez cobran más sentido trabajos basados en una reformulación de las clásicas
relaciones entre el individuo y el contexto histórico que se orienta totalmente
hacia una nueva relación con el entorno. Esta priorización de la afirmación
individual, esta subjetivación de la realidad
en el marco de una reflexión política y
social sobre el monumento caracteriza una buena parte de los trabajos, todos ellos realizados ex
profeso para esta muestra, de los artistas presentados, como ocurre con David
Betsué que en su obra George Sanders
(2014) asume ficticiamente y en primera persona el suicidio del actor británico
George Sanders en 1972 y hace suyo el
epitafio que éste escribió”. “Querido mundo. Me voy porque me aburro. Ya he
vivido bastante. Te dejo con tus conflictos en esta bonita cloaca. Buena
suerte”. También Alicia Koff en su Diario
de conquistas (2014) suplanta la memoria de los hechos históricos por una
serie de aforismos gráficos y textuales dirigidos hacia la exploración del
deseo y los espacios de conquista diaria
y Marc Larré que en Sincronías (2014)
entiende los monumentos como huellas donde pervive “lo no pasado del pasado”.
En otros casos, el monumento en su
deseo de perder todo atisbo de retórica
se minimaliza y reconvierte en un
objeto cotidiano, casi trivial como ocurre en el trabajo de Raimond Chaves
& Gilda Mantilla que en Por una
película sin monumentos (2014) nos plantean las implicaciones de una
sociedad sin monumentos pero con buena memoria o en el de Francesc Torres que
en Propuesta de monumento doblemente
trascendente, llega incluso a adulterar la historia a partir de un
monumento patológico de formato dadaísta.
En otros artistas como Rogelio
López Cuenca y su Proyecto Quilombo/1:
Antonio López, un homenaje a lugares de la memoria de Barcelona vinculados a la explotación
industrial , Antoni Llena, Muntadas, Daniela Ortiz (Contestación,
2014) , una solicitud de retiro de los monumentos situados en la ciudad de
Barcelona, Miralda (Olla de la memoria, 2014), Domènec, Alicia Framis o Sitesize
hablaríamos de una necesidad no tanto de “recordar” (tarea que se asignaría al archivo como “lugar de
memorias”) sino más bien de
“reconsiderar” qué papel ocupa el arte
de la memoria en la articulación de los imaginarios colectivos.